¿Has conocido a alguien que perdió a su padre o madre cuando era muy joven y recibió un seguro de vida?
Cuando yo estaba en el Colegio un amigo perdió a su papá que era el único que trabajaba en su familia. Su mamá era ama de casa y criaba a 5 hijos. En la época en la que murió su esposo, tenía 2 hijos ya profesionales y los demás estudiando.
Recuerdo que la señora tomó el dinero de la póliza y con su hija puso un negocio, y sacó adelante a su familia y formó una empresa que hasta hoy le da trabajo a sus hijos.
En esa misma época, se murió el esposo de una amiga de mi mamá. La señora también era ama de casa y tenía 3 hijos. En esta familia no había seguro de vida. La señora consiguió un trabajo en una empresa pública como asistente y por primera vez lidiaba con un horario estricto de trabajo, usar uniforme, convivía con jefes y colegas, mientras dejaba a sus hijos pasar su duelo sin su compañía, porque necesitaba el trabajo.
Sé que pensar en la muerte no nos gusta, como padres queremos pensar que somos eternos e invencibles, que podemos con todo, pero lo único que es absolutamente cierto es que algún día vamos a morir, solo que no sabemos cuándo.
Si tienes hijos jóvenes, piensa qué pasaría si mueres. ¿Cómo quedaría tu familia? ¿Podrían mantener el mismo estilo de vida que llevan ahora si tu no estás? ¿Podrían vivir donde viven, tener un seguro médico, ir al mismo colegio?
Si crees que eso no es posible, necesitas contratar un seguro de vida.
Como siempre digo, hay un seguro para la necesidad de cada persona. Es cuestión de buscar el que se ajuste a las tuyas.
